INTRODUCCIÓN
Según la publicación “Claves de la Innovación Social en América Latina” de la CEPAL en 2008, (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), “Las innovaciones sólo tienen sentido si se difunden y se ponen al servicio de otras personas en todos los países de la región. Si las experiencias analizadas se toman como modelos de acciones concretas de política pública, se convertirán en un motor capaz de reducir las inequidades y aumentar la cohesión social de toda la región”1.
Es justamente en este sentido que la misión del Social Innovations Journal, de servir de plataforma para darle visibilidad a las innovaciones sociales de un ecosistema regional, cobra especial importancia.
Esta edición se enfocará en mostrar lo que está sucediendo en Chile y Argentina.
De ninguna manera intentamos dar una receta única, pues es esencial tener en cuenta las características económicas, políticas y sociales de cada país. Sin embargo, el desarrollo de innovaciones sociales tiene características comunes tales como las oposiciones y reticencias al cambio y la necesidad de construir alianzas y de lidiar con obstáculos endógenos y exógenos para su puesta en marcha. Con lo cual, es posible que el análisis y comprensión de la manera cómo han abordado estos aspectos, sirva de ejemplo y sirva de detonador para encontrar puntos comunes adaptables a las situaciones específicas de otros países.
Primero se mostrará un panorama general de América Latina y su manera de abordar el tema de la innovación social para continuar luego con las especificidades de la Innovación Social en Chile y Argentina y, finalmente, se hará una introducción de los artículos que se presentan en esta edición.
Tomando como punto de partida el marco general de América Latina, se puede decir que la experiencia de la región en diseño e implementación de políticas de innovación comenzó en la década de los cincuenta. En varios países de América Latina se crearon entidades públicas orientadas a la promoción del desarrollo científico y la investigación. Por ejemplo, en 1958, Argentina crea el Consejo Nacional de Investigación y Técnicas, CONICET y en 1967 Chile crea la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica CONICYT. En esa época, se tenía una visión lineal de la innovación. Es decir, el proceso comenzaba con la investigación científica básica para el desarrollo de nuevos productos y, luego, se enfocaban en su comercialización. En la década de los ochenta y principios de los noventa, siguiendo los principios del Consenso de Washington, el Estado identifica las necesidades del mercado y de acuerdo con ellas, ajusta sus políticas públicas para que el sector privado busque las soluciones a dichas necesidades.
Hoy, el proceso involucra no sólo al sector productivo, sino también a las universidades, los centros de investigación y el sector público como participantes activos en todo el proceso de innovación. No obstante, según la CEPAL, esa articulación de actores no se ha podido establecer de manera consistente en América Latina ya que carecen de espacios de diálogo para crear una sinergia de objetivos y posibilidades de acción conjunta. Adicionalmente, la mayoría de los países de la región carece de mecanismos estatales que permitan alimentar el proceso de innovación.
Los estudios de la CEPAL que han comparado los resultados en materia de Conocimiento, Tecnología e Investigación (CTI) de la región, con los países más desarrollados, muestran diferencias sustanciales que se han ido acrecentando con el tiempo. El bajo nivel de inversión en actividades de innovación y su escaso dinamismo han sido una constante en las economías de América Latina.2
Si bien la región presenta un alto nivel de heterogeneidad respecto a su compromiso con la CTI, esto ha quedado más en el discurso que en acciones concretas. Enfocar esfuerzos en CTI conduciría a estos países a nuevos espacios para reforzar su competitividad con base en el conocimiento, la innovación y el desarrollo de nuevas tecnologías, equipos para generar cambios estructurales que diversifiquen la productividad y se logre una competitividad auténtica, sostenible, inclusiva y de largo plazo.3
Existe, por otro lado, el tema de la innovación social, asociada específicamente a la búsqueda de soluciones para resolver problemas que no están adecuadamente cubiertos por el mercado o por el sector público. En este sentido, la innovación social busca transformar positivamente la vida de un grupo o comunidad articulando a actores que no suelen trabajar juntos y está generando un cambio cultural importante. Los directamente afectados, la sociedad civil, se han ido empoderando, asumiendo como propia la responsabilidad de ser los artífices de su destino. Es decir, están impulsando cambios desde lo local que necesariamente tendrán un impacto en las decisiones del Estado a través de políticas públicas que reflejen estos cambios.
Esto implica un análisis de la manera como se está abordando el tema de la innovación en el terreno de la ciencia y la tecnología y en el terreno social, como una subdivisión, que integrará el conocimiento científico con el conocimiento local y la experiencia concreta de sus actores en lo local.
ARGENTINA
Con el abandono, a finales del 2001, del régimen de paridad cambiaria fija, el país pasó de una situación social con tasas de pobreza superiores al 50% de la población y problemas de desempleo y subempleo de un tercio de la población4, a una última década caracterizada por un proceso económico de fuerte crecimiento y de significativo mejoramiento social.
Según el Banco Mundial “Argentina está en un proceso de transformación económica que promueve un desarrollo económico sostenible con inclusión social e inserción en la economía global y tuvo el mejor desempeño en la región en reducir la pobreza e impulsar la prosperidad compartida entre 2004 y 2008”.5
Las elecciones presidenciales de finales de 2015 condujeron a un cambio significativo en la política económica argentina. Los primeros indicios de la tendencia hacia la innovación social se encuentran tras las iniciativas de emprendedores locales (las start-up sociales) y de laboratorios de innovación ciudadana como el de la ciudad de Buenos Aires.6
Lo que muestran las estadísticas es que al menos 30% de los proyectos que están siendo incubados en Argentina tienen un fuerte componente de innovación social y la tendencia permite esperar que esta proporción siga creciendo en el futuro. Del mismo modo, muchos gobiernos provinciales y municipales (incluyendo también a algunas empresas de gran escala) pondrán en marcha sus propios “laboratorios de innovación” con un marcado sello social y como una forma de responder a problemas complejos.7
El énfasis en políticas de más largo plazo, de carácter sistémico y con una más clara orientación estratégica como asimismo en la búsqueda de una mayor integración y coordinación se consolidó a partir del 2007 con la creación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva dando lugar a un proceso de jerarquización y mayor institucionalización de la política de CTI.
Es importante resaltar que Argentina cuenta con un Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación encaminado a configurar el país del 2020 con mejores indicadores de calidad de vida, competitividad productiva, inclusión social y sostenibilidad ambiental. Con el fin de afianzar y fortalecer esas políticas de manera sostenible, se ha creado este Plan que utiliza como principales herramientas la innovación y el conocimiento bajo una estrategia de focalización, que de por sí constituye un cambio frente a las estrategias tradicionales.
La estrategia de focalización busca dirigir esfuerzos hacia la producción de impactos significativos en sectores sociales y productivos de Argentina a través del apoyo de la ciencia, la tecnología y la innovación.
El objetivo subyacente es el de promover una dinámica de interacción entre las instituciones de generación de conocimientos y los potenciales beneficiarios de los avances científicos y tecnológicos.
Esta estrategia se inspira en la experiencia que ha desarrollado el Ministerio en los últimos años con la implementación de los Fondos Sectoriales. Se trata del diseño de un modelo de gestión novedoso con el que se busca impulsar la innovación desde las etapas iniciales de asociación entre actores heterogéneos con intereses en común, pasando por la evaluación de factibilidad hasta la realización concreta de la innovación buscada.
El Plan expone los principales ejes de las políticas a implementar y reforzar con el fin de responder adecuadamente al desafío de construir un país que ofrezca igualdad de oportunidades para todos.
La metodología propuesta constituye de por si una innovación pues contempla unas Mesas de Implementación en donde se reúnen funcionarios del Ministerio de Ciencia y Tecnología con funcionarios de otras jurisdicciones, actores del sector privado, ONG, científicos, académicos, para dialogar y buscar consensos sobre el país que desean. De estos diálogos resultarán unos Planes Operativos que ejecutarán los fondos, realizando además un seguimiento y evaluación de las acciones realizadas.
El objetivo general del Plan es “Impulsar la innovación productiva, inclusiva y sustentable sobre la base de la expansión, el avance y el aprovechamiento pleno de las capacidades científico-tecnológicas nacionales, incrementando así la competitividad de la economía, mejorando la calidad de vida de la población en un marco de desarrollo sostenible”.8
El desafío para Argentina será, entonces, la articulación y coordinación de esfuerzos y la generación de un entorno favorable con un marco regulatorio coherente que permita asumir la innovación como estrategia competitiva de desarrollo.
CHILE
Chile es la economía más competitiva y con mejor ambiente para hacer negocios en América Latina.
Para el período 2000-2014 la economía chilena creció un promedio de 4,3% en términos reales (información proporcionada por el Banco Central de Chile).
El país ha logrado generar un ambiente propicio para el crecimiento y la atracción de inversiones, basado en apertura comercial, instituciones robustas, estabilidad macroeconómica, tanto fiscal como monetaria y un profundo mercado financiero.
Según el Plan de Innovación de Chile 2014-2018, el país debe transitar desde un crecimiento económico sustentado por acumulación de factores productivos, con énfasis en capital físico sobre capital humano, hacia una economía del conocimiento basada en la innovación para aumentar la eficiencia y la productividad.9
Aunque Chile todavía está lejos en cuanto a la cantidad de recursos que dedica a Investigación y Desarrollo sobre el PIB, la calidad y productividad de la investigación que se realiza en el país es buena y creciente. El problema es que la investigación que se realiza en las universidades se relaciona en muy baja proporción con los sectores productivos del país. Lo que ocasiona que, por un lado, las áreas donde se realiza la investigación no están alineadas con la realidad productiva del país, y, por otro lado, dichos esfuerzos no transforman conocimiento en innovación.
Desde otra perspectiva, está el rol del Estado en el desarrollo de la innovación en Chile. Éste debe ayudar a reducir las fallas del mercado que existen en el proceso innovador, cofinanciando actividades riesgosas tecnológicamente con el sector privado, financiando ciencia y empujando un cambio cultural hacia el emprendimiento, la innovación y el uso de la ciencia como herramienta para resolver problemas en todos los sectores. Esto requiere un diálogo permanente con el sector privado.
Según Cristián Figueroa, Director de Responsabilidad Pública e Innovación Social de la UDD opina que “la innovación social está en un proceso de identificar lo que existe y luego ver cómo transformarlo en algo más innovador, buscando fortalecer su impacto social”.10
Según José Manuel Moller, Fundador de Algramo “cuesta encontrar caso de éxito porque la madurez de un negocio que está tratando de equilibrar lo económico con lo social y medioambiental requiere de más tiempo, esfuerzo e inteligencia por parte de los emprendedores”.11
Según Rocío Fonseca, directora ejecutiva de Start-Up Chile, el país es puntero en la materia a nivel latinoamericano, pero “muchas veces, el perfil del emprendedor es tan social que dejan de lado la visión de negocio, motivo por el cual no logran ser rentables ni escalar”.12
Frente a los desafíos presentados, el Plan de Innovación de Chile establece cuatro ejes de acción:
A. Democratización de rutinas de innovación tanto en pequeñas como en medianas empresas, sector público y la sociedad.
Este objetivo se realizará a través de tres líneas de acción:
1. Fomento de Innovación Empresarial mediante dos figuras: a). Programa de Innovación Tecnológica Empresarial: a través del CORFO, Corporación de Fomento de la Producción, agencia del Gobierno de Chile, orientada a fomentar la innovación en las empresas nacionales a través del cofinanciamiento de proyectos que signifiquen desarrollo de nuevos bienes y servicios y/o procesos o su mejora significativa que les permitan aumentar fuertemente su competitividad y/o productividad en el mercado en el que compiten. b). Centros de Extensionismo Tecnológico: Proporcionarán a las pymes una oferta adecuada y efectiva de servicios tecnológicos especializados, asistencia técnica para una adecuada absorción tecnológica, servicios de mejoramiento de su capacidad receptora de tecnologías y fortalecimiento de su capacidad para innovar.
2. Innovación para Crecimiento Inclusivo:
La innovación ya no está centrada únicamente en el aumento de la productividad sino también en la resolución de desafíos sociales y públicos. Para abordar esto se están desarrollando: a). Programa de Innovación Social: Busca impulsar iniciativas que generen un alto impacto social, laboral, medioambiental, entre otros, donde el objetivo principal es la creación de valor social. b). Política de Innovación Pública: Orientada a desarrollar rutinas y cultura de innovación dentro del Estado y sus instituciones, con el fin de mejorar continuamente su relación con los ciudadanos y su funcionamiento. Para ello se crea el Comité de Innovación en el Sector Público que implementará el primer GobLab Latinoamérica.
3. Ecosistema y Cultura de Emprendimiento e Innovación.
Para instalar y consolidar una cultura de innovación y emprendimiento se trabajará en varias direcciones:
a). Extensión de programas de apoyo al emprendimiento de base: Instalación de emprendedores en las regiones a través de la expansión de Start-Up Chile para generar un cambio cultural, compartir experiencias y transmitir conocimientos. También está prevista la creación de infraestructura física como espacios de co-work y hub globales a nivel regional para establecer nodos de intercambio de información y de intercambio de ideas y el aumento de los fondos de capital semilla para incrementar la creación de nuevas empresas. b). Apoyo al escalamiento: Construyendo plataformas para la generación y financiamiento de las ideas.
B. Contribuir a diversificar la matriz productiva
En otras palabras, abrir espacios a nuevas áreas y potencializar sectores competitivos mediante una política industrial activa y dinámica que permita diversificar la economía, incentivar la innovación y la productividad general. A través de: a). Programas estratégicos de especialización inteligente: mediante trabajo articulado entre el sector público y privado. b). Creación de fondo de inversiones estratégicas: Entrega de recursos para fomentar la competitividad de sectores de alto potencial de crecimiento mediante inversión pública o mecanismos de inversión conjunta con el sector privado. c). Fortalecimiento de la Oficina de Enlace Industrial: Al interior del Ministerio de Economía.
C. Incrementar la producción de nuevo conocimiento (Investigación y Desarrollo) y la conexión de las empresas con la producción de dicho conocimiento, vía transferencia tecnológica. Mediante dos herramientas: 1) Incremento del financiamiento público a la Investigación y Desarrollo aplicada y 2). Plan Nacional para transferencia tecnológica y de conocimiento: para articular el trabajo conjunto de las agencias gubernamentales en el diseño y mejoramiento de los programas actuales con sistema de monitoreo.
D. Fortalecer la institucionalidad de tal manera que se pueda potencializar el impacto de la acción pública, así como la capacidad de hacer seguimiento y evaluación de los recursos que se destinen a esta área.
En los últimos años se ha avanzado en la construcción de una institucionalidad para nuestro Sistema Nacional de Innovación. Ejemplo de ello es la creación del Consejo Nacional de Innovación para el Desarrollo con un nuevo estatus legal que le permite ser independiente financiera y políticamente del gobierno de turno. y el Comité de Ministros de la Innovación para la Competitividad. Y finalmente la creación de una Plataforma de Información del Sistema Nacional de Innovación. Que proporcione datos, indicadores e información necesaria para la toma de decisiones y la realización de estudios y evaluaciones a todos los programas e instrumentos del sistema.
El Plan tiene todos los elementos necesarios para impulsar positivamente el desarrollo de la innovación social en Chile, el tiempo dirá si fue lo suficientemente efectivo en lograr los objetivos propuestos.
INTRODUCCIÓN DE ARTÍCULOS
Entre los artículos que representan la innovación social tanto en Chile como en Argentina, encontraremos temas como:
El Laboratorio de Innovación Social de la ciudad de Buenos Aires, el cual se crea como un espacio de encuentro, donde surgen soluciones innovadoras para problemáticas sociales y se fortalece el impacto social de iniciativas existentes. El artículo destaca especialmente tres proyectos: El LabJóvenes (16-24 años), el Impactec, concurso que incentiva el desarrollo de starts-up tecnológicas con impacto social y proyectos de inclusión social.
La labor desarrollada por la Fundación Mi Parque, en Chile, centrada en la construcción de áreas verdes involucrando directamente a la comunidad en el diseño, la construcción y protección de dichas zonas. La apropiación de estos espacios verdes por parte de la comunidad ha mostrado efectos positivos en su calidad de vida y en el cuidado y preservación de estos espacios.
Un grupo pluridisciplinario en Argentina muestra la enfermedad de Chagas desde una perspectiva integral, creativa, innovadora y caleidoscópica con el fin de abordar conjuntamente su dimensión biomédica, sociocultural, epidemiológica y política desde múltiples disciplinas, escenarios y lenguajes.
El desafío socioambiental de acceso a recursos hídricos y contención del avance de la desertificación que enfrentan las comunidades de la región de Coquimbo en Chile ha llevado a este equipo a trabajar de manera conjunta con estas comunidades, intercambiando conocimientos y empoderándolas para encontrar soluciones para su desarrollo sostenible.
A través de las Tiendas Solidarias, la Corporación de Ayuda a Niños Quemados, COANIQUEM, logra ayudar al financiamiento del tratamiento de niños y jóvenes con quemaduras y, adicionalmente, promueve la creación de una comunidad solidaria que participa benévolamente en estas tiendas que permiten, a su vez, que personas de escasos recursos accedan a bienes de primera necesidad a precios muy bajos.
La propuesta innovadora de reconocimiento de los Pueblos Originarios de Argentina como actores de derecho público de carácter no estatal, respetando su derecho a la autodeterminación, crearía el marco jurídico necesario para lograr su inclusión social en la realidad nacional argentina y los empoderaría para constituirse en los artífices de su propio destino de manera sostenible.
El proyecto Jardín de Puertas Abiertas, una Escuela Viva, aborda el tema de la educación desde un enfoque diferente, utilizando diferentes lenguajes artísticos para crear puentes de aprendizaje que estimulen la creatividad y el entusiasmo, produciendo así un impacto social en todo el núcleo familiar de estudiantes y profesores.
La sociedad Agua y Saneamientos Argentinos S.A. viene desarrollando acciones innovadoras para afrontar el desafío de la accesibilidad a los servicios de agua potable y saneamiento de los barrios populares de Buenos Aires.
La organización de la sociedad civil, Crisol Proyectos Sociales ha dedicado más de veinte años al trabajo comunitario y, particularmente, de la sistematización de 23 proyectos implementados en un barrio popular, en la zona sur de la Ciudad de Buenos Aires entre los años 2007 y 2015. Todos ellos comparten el objetivo de contribuir a mejorar las condiciones de vida de la población y mitigar los efectos de la exclusión y la inequidad social.
CONCLUSION
La innovación surge del cruce entre diferentes procesos, donde la teoría se encuentra con la práctica, donde los innovadores intercambian su experiencia, los patrocinadores financian y arriesgan, las organizaciones públicas y privadas cooperan, el conocimiento científico se completa con el tradicional que proviene de la propia experiencia y la necesidad práctica se encuentra con la oferta de conocimiento. La clave es la sinergia.13 Espacios de vinculación academia, estado, empresa, sociedad civil se tornan más relevantes para poder avanzar por sendas de desarrollo inclusivo y sostenible.
En la mayor parte de los países latinoamericanos, el Estado local se limita a prestar servicios públicos, que en el proceso de descentralización político-administrativa le han sido transferidos muchas veces sin los recursos necesarios para gestionarlos adecuadamente. Se requieren acciones en dos frentes: A nivel local, es fundamental fortalecer a los gobiernos locales para que tengan la capacidad de liderar procesos de desarrollo económico y social. A nivel nacional, el Estado debe crear la infraestructura y el marco regulatorio adecuados para establecer condiciones equitativas para dicho desarrollo económico y social.
El análisis de la situación en estos países confirma la importancia de la innovación social y su rol en el logro del desarrollo de la región. Se requiere un tejido mixto, pluridisciplinario, coordinado, con capacidad resolutiva y que se convierta en el generador de experiencias innovadoras. Adicionalmente, la experiencia muestra la necesidad, por un lado, de un líder, de una persona inspiradora y apasionada que canalice la energía de la colectividad y enfoque sus capacidades para guiar y convertir las ideas en acciones; y, por otro lado, de una comunidad solidaria y comprometida con la búsqueda de soluciones sostenibles que les permita recuperar su dignidad.
Las bases están dadas y el camino, aunque difícil, está trazado.
BIBLIOGRAFIA
“La innovación social: la próxima tendencia en innovación” Pablo Piccoletto 22 mayo 2015 www.iprofesional.com
“América Latina: La falta de Innovación dificulta la creación de empleos de calidad. Diciembre 5, 2013 www.bancomundial.org
Instituto de innovación social UDD Chile Fernanda Gómez 2 noviembre 2017. Iisocial.udd.cl
Plan Nacional de Innovación Chile 2014 – 2018. División de Innovación, Ministerio de Economía, Fomento y Turismo. Santiago diciembre 2015.
“Claves de la Innovación Social en América Latina y el Caribe”. Rodríguez Herrera, Adolfo; Alvarado Ugarte, Hernán. CEPAL Comisión Económica para América Latina y el Caribe. Libros de la CEPAL. Santiago, Noviembre 2008.
“Nuevas Instituciones para la Innovación: Prácticas y Experiencias en América Latina”. Gonzalo Rivas, Sebastián Rovira Editores. CEPAL-NACIONES UNIDAS Santiago 2014.
“Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2017. La dinámica del ciclo económico actual y los desafíos de política para dinamizar la inversión y el crecimiento”. CEPAL NACIONES UNIDAS. Santiago 2017.
“Argentina Innovadora 2020: Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación. Lineamientos Estratégicos 2012-2015”. Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva. Secretaría de Planeamiento y Políticas. Buenos Aires.
1Claves de la Innovación Social en América Latina y el Caribe. CEPAL .2008.
2ídem
3Nuevas Instituciones para la Innovación. Prácticas y Experiencias en América Latina. CEPAL. 2014
4Argentina innovadora Plan 2020
5Banco Mundial
6La Innovación social: La próxima tendencia en innovación. Pablo Picoletto.
7Ídem
8Argentina Innovadora Plan 2020
9Plan de innovación de Chile
10Instituto de innovación social UDD Chile Fernanda Gómez 2 noviembre 2017. Iisocial.udd.cl
11Instituto de innovación social UDD Chile Fernanda Gómez 2 noviembre 2017. Iisocial.udd.cl
12Instituto de innovación social UDD Chile Fernanda Gómez 2 noviembre 2017. Iisocial.udd.cl
13Claves de la innovación social en América Latina. CEPAL. 2008